Agradezco al señor por la oportunidad que el me da de contar esta experiencia universitaria, en donde pude ver la gloria del Señor para con mi vida.
Soy Hijo de Dios y estudiante de Ingeniería Civil Industrial, entre a estudiar con el respaldo del Señor a la UTEM y vi su gloria durante estos años de estudio, pero pese a su respaldo el Señor nos pone pruebas y dificultades, ingrese como estudiante becado con becas estatales y un crédito el cual cubría el resto del arancel anual de mi carrera, uno de los requisitos fundamentales de las becas es aprobar un 70% de los ramos en cada año, en donde hubo un año que no logre cumplir con tal porcentaje, perdiendo la beca y los beneficios que esta me otorgaba, muy afligido y sin saber que hacer para el siguiente año, el Señor puso a prueba mi Fe y confianza en Él, pensé en congelar o abandonar la carreara ya que no tenia los medios financieros para pagar el arancel anual de mi estudio superior, pero mientras pensaba que hacer recordé las promesas que el Señor me hizo de entrar a la universidad, por lo mismo no sabía porque le estaba ocurriendo esto aun Hijo de Él, quizás fui soberbio o no le daba el mérito que merecía al Señor por mis logros, no lo sé, solo quedaba confiar en su plan perfecto.
Durante el transcurso del año jamás deje de confiar en Él, tampoco deje de asistir a sus servicios ni mucho menos a GELC, solo espere por su respuesta del “Que hare con la universidad”, mientras tanto debía arreglar las letras de pago y aplazarlas a la fecha más lejana, al igual que devolver mi credencial de la biblioteca por si debía congelar ese año.
El Señor me respondió con un crédito institucional para poder estudiar aquel año, dando respuesta a lo pedido por mis oraciones y quedando en claro que debía seguir estudiando, pero pese a su respuesta seguía sin saber que pasaría durante el siguiente año con la universidad ya que ese crédito excepcional cubría el arancel durante 1 año, es por ello que postule nuevamente a becas y créditos estatales esperando resultados que me ayudarían a financiar la universidad, mientras debía salir de gira misionera de los Jóvenes de Peñalolén, en donde me goce y el Señor respondió las peticiones de mi corazón dándome tranquilidad y confianza que necesitaba, ya que recordó que mi futuro está en sus manos.
Con aquella confianza terminaba mi proceso de espera de resultados en el cual pude ver la mano de misericordia del Señor ya que el movió todo y abrió las puertas nuevamente para seguir estudiando, ya que gracias a Él pude ser beneficiario de la gratuidad, por ende, ya no debía preocuparme más de cómo financiar la universidad, ya que la gratuidad cubre todos los costos de arancel y matricula durante los siguientes años de estudio.
Muy agradecido del Señor por todo lo que el me da, por estas pruebas que muchas veces no sabemos porque ocurren, pero que sin duda podemos ver la mano del Señor en cada parte de ellas.
“Y antes que clamen, responderé yo; mientras aún hablan, yo habré oído.” Isaías 65:24.
Gustavo Nicolás Barraza Vera
GELC UTEM