Testimonio de Provisión
Alabo y engrandezco el nombre de Dios, por la hermosa bendición que me concede de poder por este medio contar cuan grandes cosas ha hecho Dios en mi vida, quisiera contar una experiencia de como Dios provee trabajo a la juventud. Dios me dio la oportunidad de ingresar a la universidad, y actualmente me encuentro cursando mi último año de carrera, como joven siempre he tenido miedo a enfrentar el mundo laboral, a lo largo de los años Dios me había concedido varios trabajos, pero todos estos habían resultado mal, debido a que abusaban de mi confianza, es por esta razón que entraba en mi el desaliento de enfrentar la vida laboral en lo que Dios me había permitido estudiar. En el mes de junio recibo una llamada telefónica de una hermana de la iglesia, ella me pregunto si ya me había graduado o aun permanecía estudiando, mi respuesta fue que aun estudiaba y a fin de año si Dios lo permitía terminaría la carrera, me dijo ella que en el colegio donde ella trabajaba estaban solicitando realizar un reemplazo por 10 días aproximadamente, me embargo una alegría inmensa al conocer esta propuesta de trabajo, y acepté este remplazo sabiendo de que primero debía pasar por la entrevista laboral y de esta se definiría lo que sucedería. Me citaron a la entrevista, con mucho miedo fui en el nombre del Señor y gracias a Dios quedé trabajando, sin aun tener el título ¡para la gloria de su nombre!, han pasado mas de dos meses y Dios aún me mantiene en ese lugar de trabajo, un lugar muy hermoso porque es un colegio cristiano, donde el inicio de cada jornada se escucha la palabra de Dios y se ora. La bendición de Dios sobreabundo en mi vida, pues me permitieron poder realizar mi práctica profesional en el mismo establecimiento para la gloria de Dios. Muchas veces salieron de mis labios las siguientes palabras “nuestro futuro esta en las manos de Dios” sin embargo, no confiaba plenamente en que Dios tiene nuestro futuro preparado, a causa de las malas experiencias laborales que había vivido, ahora entiendo de que nuestro futuro como juventud está en las manos de Dios, y que él tiene todo preparado para nosotros, ¡alabado sea su nombre para siempre!, querido joven y señorita, no tengas miedo de tu futuro porque esta asegurado en las manos de Dios, solo basta creer en él y servirle con todo nuestro corazón.
Solo para él que vive, sea toda honra, gloria y suprema alabanza para siempre amén.