Testimonio Hna. Isabel Zapata iglesia en Coelemu alumna Ubb
Alabo y bendigo el nombre de mi buen Dios, porque un día salió a mi encuentro y en su infinito amor y misericordia me permite ser su hija.
En el año 2015 ingresé a estudiar a la Universidad, con la convicción de la inexistencia de Dios. No obstante, los caminos de Dios son perfectos, y en el año 2016 en la sala de estudio de la universidad, Dios me habla por medio de una compañera. Ese día algo inexplicable sucedió; mi ser quebrantó, mis ojos emanaban lágrimas, mientras mi corazón y labios reconocían a Dios como mi salvador.
En el año 2018, mientras compartía con mis compañeras, el Espíritu Santo me amonesta por estar en aquel lugar. Cuando iba camino a casa, un joven en estado de ebriedad me comienza a hablar de Dios y de la importancia de GELC en la universidad, mientras yo meditaba en mi corazón “cuanta necesidad hay en el mundo universitario”. Recuerdo que aquel joven me dijo “algún día tendremos la oportunidad de contar esta experiencia… Dios hace como él quiere”. ¡Gloria a Dios!
Vengo de una familia muy humilde, jamás pensé ingresar a la universidad, sin embargo, el 24 de febrero daba gracias a Dios por culminar mi etapa universitaria y mientras meditaba con un “pancito de vida” comprendía que Dios preparó todo para que yo pudiera conocerle en este proceso de mi vida y con ello, ser parte de GELC para llevar su palabra a los/as necesitados/as y a quienes no le conocen.
GELC es mi constante aprendizaje, mi refugio, mi instancia de fortaleza en la fe y espíritu, el grupo que me hizo comprender que hay que reconocer y engrandecer el nombre Dios en todo tiempo y lugar, que, si le servimos, Él honra a los que le honran, y bendice a los que le bendicen.
Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos.