Agradezco a Dios, primeramente, por permitirme glorificar y ensalzar su nombre a través de este testimonio, le agradezco infinitamente también por haber tenido misericordia de mí y escogerme como su hija, y porque hasta el día de hoy, ha cumplido sus promesas para con mi vida, dentro de las cuales estaba el darme estudios superiores. Dicha promesa, el Señor comienza a cumplirla el año 2016, cuando me permite ingresar a la universidad, proceso mediante el cual, él mostró su eterno poder y magnificencia, ya que solo por su voluntad pude ingresar a la carrera y universidad que anhelaba.
Mi deseo principal al ingresar era poder predicar el evangelio por medio de GELC, estaba muy entusiasmada por formar parte del grupo y atraer muchos jóvenes a Cristo. Así fue como me allegué al grupo, y doy gracias a Dios por ello, porque entre tanto desenfoque y perdición que comencé a ver en compañeros y amigos de la universidad, en GELC podía encontrar un refugio, podía confortar mi alma y espíritu, rogaba a Dios para que me guardase de formar parte de aquellos periodos sin Cristo.
Comenzó a pasar el tiempo, y varios compañeros se enteraron de que era cristiana, y comenzó una tremenda lucha, me invadían de preguntas, me confrontaban entre varios, pretendiendo hacerme dudar de mi creencia en Jesús, lo cual comenzó a afligirme en gran manera ya que nunca me había enfrentado a tal escenario. Sin embargo, Dios muchas veces por medio de las reuniones que teníamos como GELC, hablaba a mi vida y me hacía entender que ÉL estaría conmigo, que no temiera, que me haría dejar su nombre muy en alto. Yo le creí al Señor, y me aferré a sus promesas, y hoy puedo decir que así ha sido, él me ha honrado en mis estudios, me ha dado sabiduría para entender materias incomprensibles, y a aquellos que me ofendían y burlaban mi fe, los he visto quedarse en el camino, lo cual no provoca alegría a mi vida, ya que sé que lo hacían como parte de su ignorancia, sin embargo, Dios es fiel y justo para cumplir su palabra, la cual nos dice que con nuestros ojos veremos la recompensa de los impíos, por tanto no debemos temer, ya que a nuestro lado va nuestro Dios como poderoso gigante.
Le he podido ver y conocer de muchas maneras, pero en todas esas facetas, puedo decir que lo he visto como ese Dios tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo, ya que a pesar de él demostrar su amor y fidelidad, yo, en el proceso universitario, comencé un tiempo a enfocarme más en obtener buenas calificaciones que en mi vida espiritual, lo cual fue provocando distanciamiento en mi relación con él, pero a Dios doy gracias, que aún a pesar de serle infiel y no merecer tan grande bondad, él me mantuvo en sus caminos y nunca permitió que me fuese a los vicios de este mundo, me sostuvo con sus manos fuertes, no me pagó conforme a mis iniquidades, más bien, me hizo entender con amor, que donde me tenía era solo por su misericordia, por lo tanto debía honrarlo, no solo en obtener buenas calificaciones, sino en todo aspecto de mi vida, y que buscarlo, me haría obtener un título mayor a cualquier otro, el cual es ser hija de Dios. Él enderezó mis pasos, y por su misericordia, me permitió y permite hasta a fecha, el poder hablar de él a muchos estudiantes que lo necesitan por medio de GELC, grupo que hasta e día de hoy puedo decir, ha sido de ayuda y fortaleza para mi vida y para muchos jóvenes universitarios, por ello, espero en Dios, que este grupo siga creciendo y llenándose de la gracia del Espíritu Santo, para así atraer a más almas necesitadas a este evangelio santo. A ÉL sea toda honra, gloria y alabanza. Amén.