Alabo el nombre de nuestro Dios por el eterno amor que ha tenido hacia mi vida, porque un día tuvo misericordia y obró en mi vida perdonando mis pecados, otorgándome el alto privilegio de formar parte del pueblo de Dios. En el plan de Dios estaba que yo cursara estudios superiores, donde me permite llegar a la Universidad Andrés Bello, en un principio no tenía el interés de participar en GELC, pero a través de una invitación llegué a mi primera reunión y desde ahí Dios puso amor por este Grupo, hermoso ministerio en el cual he visto la gloria de Dios. GELC ha sido para mí un lugar de refugio, donde el consejo por medio de su palabra nunca ha faltado, cuando llegué cansada o con preocupaciones a los servicio mi Dios se encargaba de renovar mis fuerzas y darme la paz necesaria para continuar. Quisiera compartir una de las tantas experiencias que he vivido en GELC. A principio de cada año todas las ramas de la universidad se presentan con un stand para que así los alumnos nuevos puedan conocer los grupos, y nosotros con la ayuda del Señor estábamos instalados con nuestro stand y pasado un rato se nos acercó a quien nosotros cariñosamente le decíamos la tía del aseo y nos pidió que le guardáramos uno de los recuerditos que estábamos regalando (una bolsita de dulces con un separador de biblia) nosotros le dijimos que sí y ella se fue a continuar con su trabajo, pero a nosotros se nos olvidó guardarle el recuerdito, pasaron un par de horas y ella vino a buscar su recuerdito y solo quedaba 1 y se lo entregamos y lo hermoso de esto es que nosotros no le dijimos nada sino que nuestro Dios a través de su Santa palabra habló a su corazón y esto no lo dudo, ya que, cuando ella leyó el separador de Biblia sus ojos se llenaron de lágrimas y nos dio las gracias y se fue. Grande es el amor de Dios, ya que, nosotros no conocíamos por lo que ella estaba pasando, pero nuestro Señor si lo sabía y solo bastó su palabra para quebrantar su corazón. Alabo y engrandezco el nombre del Señor porque su amor y misericordia es tan grande que permite que la palabra de Dios no solamente llegue a los alumnos de la universidad sino también al personal de aseo, los guardias y todos los que trabajan en ella y esto a través de este hermoso grupo GELC.
Sin extenderme más, todo lo expresado sea para la honra y gloria de nuestro Dios.