Agradezco a Dios por la gran bendición que me concede en esta oportunidad de poder hacer publica mi gratitud con él, alabo a Dios por todas sus bondades y misericordias en favor de mi pobre vida. Lo más grande y maravillo que soy un hijo de DIOS. Fui nacido y criado en el evangelio, pero esto no me garantizaba mi salvación, sino que cada uno debe tener un encuentro personal con DIOS, Y un día glorioso e inolvidable EL apareció a mi vida, salvándome, perdonándome, bautizándome e inscribiendo mi nombre en el libro de la vida. Agradezco a Dios porque siendo tan débil, él ha sido muy fiel, paciente y misericordioso. El Señor en el año 2019 por su misericordia me concedió entrar a cursar enseñanza superior en la Universidad De Concepción, y muchas veces había escuchado hablar sobre el grupo GELC y gracias al Señor que coloco en mí el buen deseo de participar junto a ellos, y con previa autorización de mi amado Pastor local, comencé a activar en este grupo, valorando la gran valentía que tenían mis hnos. jóvenes y señoritas que se reunían en algún lugar específico de la universidad para realizar devocionales y así compartir un momento de la palabra de Dios y también para predicar de ella persona a persona, muchas veces por no coincidir todos con horarios libres nos reuníamos 2 o 3 hnos. pero como su palabra declara: “Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies…. (Isaías 66:1)”. Es muy grato y reconfórtale cuando luego de jornadas muy extensas de clases con tan solo escuchar su bendita palabra, orar y alabar a Dios, el cansancio se disipaba y nuestra alma se regocijaba en medio de ese momento tenso. Muchas veces tuve la bendición de llegar a nuestra hora de oración semanal que se realizaban los miércoles a las 13:00 hrs. en horario protegido, almorzando rápido muchas veces, pero con el gran deseo de llegar a su casa de oración para estar ante su presencia, donde muchas veces llegué triste, con problemas, sin fuerzas, pero al terminar esas oraciones me levantaba renovado para la gloria de Dios. Agradezco a Dios por permitirme ser parte de este grupo donde juntos a mis hermanos procuramos cumplir el mandato que dejó nuestro Señor Jesucristo a sus discípulos; “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura (San Marcos 16:15)” y es por eso que como discípulos de Dios procuramos dar de gracia lo que por gracia y misericordia de parte de Dios recibimos el conocimiento de la verdad, deseando que muchas almas mas lleguen al conocimiento de Cristo.
Todo lo bueno, lo agradable, para mi Dios, solo para Él tributo toda la honra, gloria y la suprema alabanza.