Hno. Erik Sepúlveda Heredia, GELC UDEC.

Alabo a Dios por esta oportunidad que me brinda de contar la obra redentora que hizo en mi vida y mi experiencia con GELC. A la edad de 7 años Dios obró en mí, de una manera directa, como niño pasé a orar al reclinatorio, donde descendió la presencia de su glorioso Espíritu Santo, convenciendo de pecado y llevando al arrepentimiento. Pasaron los años sirviendo a ÉL y llegó el momento de comenzar una carrera universitaria, Dios en su voluntad me llevó a estudiar a Concepción una carrera que jamás imaginé, obedeciendo me fui a estudiar, pero con la esperanza que Él me hablara y me dijera: “Yo te he traído a estudiar esta carrera”, sin embargo como dice su palabra en Is. 55:8 “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová” Él me mostró de diferente maneras, aun utilizando profesores, su voluntad. Fue así que en el año 2018 entré al grupo GELC de la Universidad de Concepción, donde me llena de gozo al terminar mi jornada estudiantil, para reunirnos en esas mismas salas, solo que ahora para alabar y engrandecer a Dios, también el poder llevar a Cristo a la vida de tantos Jóvenes por medio de la predicación persona a persona y las diferentes actividades evangelizadoras organizadas como grupo, tal como nos dice su palabra en Hch. 13:47“…Te he puesto para luz de los gentiles, a fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra”, donde he visto como aún en las universidades el poder de Dios se manifiesta para salvación y redención del que no conoce a Cristo y no solo eso, sino que  también para refugio y restauración de muchos jóvenes cristianos que desean seguir sirviendo a Dios en las diferentes casas de estudios. Transcurría fines de Agosto del 2019, ansiosos porque teníamos la semana de evangelización, que coincidía con el cierre de Semestre, llegó ese anhelado día Martes (comenzaba la actividad GELC), cuando recibo un llamado que mi padre había sido llevado grave al hospital en estado de coma, no pude participar de la predicación ese día, pero me fui a orar y en esa oración aprendí muchas cosas, entre ellas le dije a Dios “Padre, no soy quien para irme contra tu voluntad y propósito, pero dirige nuestras oraciones, porque en la aflicción es fácil prometer cosas que después no cumpliremos” como nos aconseja Ec. 5:4 “Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque Él no se complace en los insensatos..” me levanté fortalecido de esa oración y me dirigí a la Universidad a cumplir con nuestro servicio, nuestro Pastor asistente realizó un unción por fe junto a todos los estudiantes que allí nos reuníamos, el pronóstico no era favorable, los médicos decían que podía no pasar la noche, pero Dios trató conmigo y me habló fortaleciéndome y diciéndome que en 3 día levantaría a mi padre, a lo que dije AMÉN, pido palabra y me habla en 1°S. 16:7c, y nos aferramos a la promesa, al otro día los doctores dicen que si bien pasó la noche, si despertaba podía hacerlo sin movimiento o un lado de su cuerpo muerto, pero nuestro Dios es perfecto y lo que habla lo cumple, llega el día Jueves, en el que se cumplían los 3 días y ese día era la clausura de la semana de evangelización, la cual me correspondía dirigir, y tenía el deber de cumplir, por lo que en medio de todo este proceso mis hnos/as  fueron un gran apoyo, ya que no podía estar con mi papá en Temuco, al llegar mi mamá al hospital mi papá había despertado y no como ellos habían pronosticado, agradecido me presenté a las plantas de Dios a lo que me habla en  Is .43:11 “Yo, Yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve», Con gozo, me paré ese día, agradeciendo públicamente las oraciones de quienes nos dirigen y hnos. de GELC, cumpliéndose lo que dice Stg. 5:15 “Y la oración de Fé salvará al enfermo, y su hubiere cometido pecados, le serán perdonados” y en menos de una semana, ya estaba en casa, sin entender los médico que había pasado. Dios movió todas las cosas en la Universidad, en un ramo que estaba complicado el profesor decidió bajar la escala y para la Gloria de Dios aprobé todos mis ramos, nuestro Dios es fiel y su poder no ha cambiado, Él sigue obrando aun en las Universidades, nuestra oración sea por este grupo GELC y que muchos más alcancen salvación y sea nuestra la oración de Hab. 3:2 “…Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempo hazla conocer…” A mi Dios tributo todo Honor, Gloria y Alabanza. Amén.

Hno. Erik Sepúlveda Heredia, GELC UDEC.

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